Archivo de la etiqueta: al

PUNTO Y COMA

SEDENA y Guardia Nacional

Por Yair Ademar Domínguez

Fue bien visto por nuestra sociedad la postura de los 22 gobernadores del país y la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, al reconocer que diputados y senadores aprobaron las reformas para que la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) tenga el control de la Guardia Nacional.

“La Guardia Nacional y las Fuerzas Armadas cuentan con un amplio reconocimiento del pueblo de México por ser instituciones comprometidas con la construcción de la paz y la defensa de nuestra soberanía. La guerra contra el narco se ordenó por un civil, la represión en México se ha ordenado por civiles, el mando de la Guardia Nacional desde la SEDENA significa disciplina y lealtad. Siempre serán cuerpos de paz si el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas es un pacifista y no reprime al pueblo”, expusieron los mandatarios.

Y así, directo, sin tapujos, respaldaron la política de seguridad del presidente Andrés Manuel López Obrador, convencidos de que su mandato va por la ruta correcta, porque la paz es fruto de la justicia y así lo dijo, por ejemplo, el fin de semana a comunidades indígenas de pueblos coras, huicholes, tepehuanes, mexicanos, mexicas, de cuatro estados: Zacatecas, Durango, Nayarit y Jalisco.

“Hemos dejado atrás la reivindicación de la guerra y el autoritarismo, ya no existen acuerdos con criminales, por lo que una vez más, reconocemos que las y los legisladores aprobaran esta importante reforma para garantizar la paz y justicia en todo México”, expusieron los gobernantes en abierto respaldo al mandatario mexicano.

En este escenario, nos acercamos a una celebración más de la Independencia de nuestro país. En Veracruz y en todo México se respira un ambiente de tranquilidad, de paz social, a pesar de todas las dificultades. Contamos con un gobierno que ha sabido atender los problemas e ir a lo central, a lo fundamental que es la gente del pueblo.

Con Estados Unidos y su mandatario Joe Biden, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido respetuoso, pero firme, porque al final tenemos relaciones comerciales y existen miles de connacionales en ese país fronterizo.

El jefe de las instituciones del país ha insistido en que la auténtica independencia de nuestra nación se logrará liberando al pueblo de las cadenas de la injusticia del mundo moderno, del capitalismo avasallante, ofreciéndoles oportunidades para su desarrollo.

A eso le ha apostado el mandatario mexicano al emprender una cruzada no sólo de atención directa a través de los programas sociales, sino también de concientización, para que los mexicanos seamos protagonistas de nuestro propio desarrollo.

Este 15 de septiembre, amables lectores, reflexionemos en los héroes que nos dieron patria, en sus obras y acciones, pero también en cómo se construye el país cada día. Desde la Cuarta Transformación le apostamos todos los días a nuestra independencia, al despertar de las conciencias, a la liberación de las ataduras del pasado, de la complacencia y de la comodidad, porque la nación aún necesita de nosotros para gritar con plenitud que somos libres y soberanos. ¡Que viva México!

Comentarios: Facebook Yair Ademar Dominguez Twitter @YairAdemar

Algunas madres tienen un corazón sacerdotal que trasladan a sus hijos

Pbro. José Juan Sánchez Jácome

Cada una de las semanas del año litúrgico nos va mostrando los tesoros de Dios a través de la palabra y de la vida de los santos. Al constatar con sorpresa la inmensidad de la palabra que se nos concede, caemos en la cuenta que no es suficiente un día para agotar la vida de los santos ni para meditar y profundizar en todas las enseñanzas que Dios va poniendo en nuestro camino, para el propio crecimiento espiritual.

En días pasados celebramos la fiesta de Madre Teresa de Calcuta y comenzamos a recordar también las hermosas enseñanzas del Papa Juan Pablo I, a propósito de su reciente beatificación. En alguna ocasión, al predicar como obispo en una ordenación sacerdotal recordó el pensamiento de un escritor francés que decía: “Hay algunas madres que tienen un corazón sacerdotal y lo trasladan a sus hijos”.

Un corazón sacerdotal se distingue por la piedad, la pasión y el cariño entrañable que una persona siente por Dios y por el prójimo, especialmente por el más necesitado. Una persona con corazón sacerdotal se prodiga en atenciones y servicios, y por su misma alegría y consistencia de vida tiende a irradiar en los demás este mismo corazón.

Eso sucede exactamente con el corazón sacerdotal de una madre que transmite a sus hijos esa misma pasión por Cristo y por la humanidad. Por eso, muchas veces las bases y la motivación en la vocación sacerdotal y a la vida consagrada se deben a una madre, precisamente por su gran corazón sacerdotal.

Un corazón sacerdotal termina siempre por conquistar, inspirar y hacer escuela en los demás que se llegan a sentir verdaderamente inspirados y convencidos para proyectar su vida en la búsqueda de Dios y en la atención a los enfermos, a los pobres y a los más necesitados. 

Por eso, cuando uno ve cómo actúa Jesús, cuando ve uno el cariño tan grande que tiene por los pecadores, los pobres y los enfermos, inmediatamente se pone uno a pensar cómo sería su madre; si Jesús era una persona tan cercana y bondadosa con los enfermos y los pobres, cómo sería su madre.

Bastaría recordar el episodio de las bodas de Cana y el encuentro que tuvo María con su prima Santa Isabel, en las montañas de Judea, para tratar de entender la bondad y solicitud de María por los demás. Una embarazada fue al encuentro de su prima embarazada; llevaba en su seno a Jesús. Desde que Jesús estaba en el seno de su madre sentía el cariño y la pasión de su madre por los necesitados.

Refiriéndose a este pasaje evangélico, decía la Madre Teresa de Calcuta: “Deberíamos hacer con los pobres lo que hizo María con su prima Isabel: ponernos a su servicio”. Eso hizo María con Isabel, ponerse a su servicio, y eso debemos hacer con los pobres, ponernos a su servicio, pero siempre teniendo en cuenta cuál es el secreto de esta entrega, cuál es el impulso de este apostolado, cuando en la Iglesia trabajamos por los más pobres y necesitados.

Recurrimos nuevamente a Madre Teresa de Calcuta cuando explicaba a sus hermanas que ellas, en la Congregación religiosa, estaban consagradas a Jesús, no a los pobres; porque si no nos consagramos a Jesús y solo trabajamos por los pobres, el día de mañana uno se puede cansar, uno le puede perder el sentido a este apostolado o podemos desviar la atención en este apostolado.

Les hacía ver que por estar consagradas a Cristo eucaristía, por celebrar diariamente la santa misa, por eso nunca les faltaba el afecto y las ganas de servir, atendiendo a los pobres en quienes llegaban a reconocer la misma persona de Cristo Jesús.

Esta lección de Madre Teresa llega hasta nosotros. Tenemos que considerarlo para que nunca le perdamos el sentido a la vida cristiana. Podemos estar relacionados con Dios y contentos con nuestro apostolado, pero si descuidamos la vida espiritual y nuestro sustento eucarístico, se le puede perder el sentido a muchas cosas y las dejaremos de hacer con el mismo ardor y la misma convicción.

El testimonio de Madre Teresa en el servicio a los pobres es contundente, precisamente por tener como fundamento de su vida el sustento eucarístico. Joaquín Navarro-Valls, vocero de Juan Pablo II llegó a compartir que, en alguna ocasión, en Calcuta, visitó con Madre Teresa aquellas inmensas estancias llenas de moribundos, hindúes, musulmanes, que ella recogía por las calles. “¿Usted los convierte?”, le pregunté. “No -me dijo-, sólo pretendo que personas que han vivido como bestias puedan morir como hijos de Dios, es decir: lavados, peinados, alimentados”.
¿Cuál ha sido la gran lección? -le pregunta la entrevistadora-. Que nunca puedes instrumentalizar a otro por un fin mayor, porque no existe nada más importante que un ser humano.

El sacramento de la eucaristía la sostenía en su apostolado e imprimía en su alma un afecto muy especial por los pobres y los enfermos, al grado de sentirse convencida y motivada de su apostolado. Y por eso llegaba a decir: “No tengo miedo de morir, porque cuando esté delante del Padre, habrá tantos pobres que le entregué con el traje de bodas que sabrán defenderme”.

Todos los apostolados se sustentan en la eucaristía, especialmente los apostolados que requieren de una gran pasión y convicción. Que nunca nos cansemos y que sintamos la inspiración para servir a los demás en el nombre de Jesús, en la medida que lo recibimos asiduamente en el sacramento de la eucaristía, para que de esta forma mantengamos intachable el corazón sacerdotal que en la mayor parte de los casos hemos heredado de nuestras mamás.

Desde Teocelo

Este “regreso a clases” ha sido significativo, no sólo porque los estudiantes inician o finalizan etapas académicas y de vida, sino porque regresaron a las escuelas de manera presencial.

Es una alegría ver a niños y jóvenes en las calles dirigiéndose a sus escuelas o casa; verlos caminar en grupos, en especial los de la secundaria porque son muchos y el color azul los hace resaltar inmediatamente. De nuevo las prisas por la mañana, los padres de familia en las entradas de la escuela, el dinamismo económico que genera al pasar a comprar yogurt o algún antojo en algún comercio local.

Sin embargo, este regreso a clases estuvo marcado por una postura que impactó a todas las generaciones: que los niños podían ir a la escuela con el cabello pintado.

El Consejo Nacional para Prevenir La discriminación (CONAPRED) es un órgano de Estado creado por Ley en 2003 para promover políticas y medidas tendientes a contribuir al desarrollo cultural y social y avanzar en la inclusión social y garantizar el derecho a la igualdad, que es el primero de los derechos fundamentales en la Constitución Federal.

En ese sentido el pasado 19 de agosto emitió el boletín 027/2022 en donde se lee: “La Secretaría de Gobernación a través del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), informó que deben ser respetados los derechos a la educación y al libre desarrollo de la personalidad de niñas, niños y adolescentes en las instituciones escolares.” Debido a que “El Conapred detalló que las y los jóvenes durante las clases a distancia decidieron dejarse crecer su cabello o pintárselo de algún color distinto, por lo que, con el regreso a las clases presenciales se han presentado restricciones a sus derechos motivadas por su apariencia física, en ocasiones impidiendo el ingreso, permanencia y egreso de las escuelas.”

Esto es un choque generacional pues hay quienes están a favor de la individualidad y particular de cada niño; y hay quienes no están de acuerdo pues implícitamente se les está enseñando a los menores a actuar como lo deseen, cuando en la vida pública y política no es así, pues hay reglas, normas y formas que se deben cuidar.

Respetando la decisión de cada niño y familia, hay que observar que este asunto podría convertirse en un problema de salud pública a la larga, pues muchos de los tintes y esmaltes contienen Parafenilendiamina, mercurio amoniaco, nonifenol, parabenos o formaldehído que pueden afectar la salud.

Mientras más joven se utilicen estos productos, es mayor la exposición a estas sustancias, potencialmente tóxicas, algunas de ellas, y por ende los jóvenes podrían tener problemas de salud a corta edad.

Vale la pena platicar e instigar en familia sobre la libertad que se les da a los jóvenes y sopesar entre los pros y contras a corto, mediano y largo plazo. Además que esos productos van a dar a los mantos acuíferos que se pierden tan rápidamente.

Mientras no se resuelvan a hacer oración, no tienen derecho a quejarse

Pbro. José Juan Sánchez Jácome

Por el cariño tan grande que le tenemos a Cristo Jesús debemos ser muy leales y respetuosos de su evangelio. No basta decir que amamos al Señor y le tenemos una profunda devoción, sino que es necesario vivir su palabra. Ahí está la clave de nuestra fidelidad. Si no queremos que el amor a Jesús sea algo transitorio, que pase conforme pasa el tiempo, tenemos que aprender a respetar y acoger su palabra.

¿Cómo crecer en el amor a Jesús? No sólo porque se siente el cariño, porque se experimenta un gran sentimiento y porque en algunos momentos, tocados por la gracia, llegamos a conmovernos, sino que comprobamos que se crece en el amor a Cristo Jesús cuando aprendemos a hacer realidad lo que nos pide, cuando cumplimos su santísima voluntad. En eso encontramos un criterio auténtico para saber que estamos creciendo en el amor a Cristo Jesús.

No valdría mucho quedarse en el sentimiento si no vivimos su palabra, si no ponemos en práctica sus enseñanzas, si no tratamos de llevar su palabra hasta las últimas consecuencias de la vida, porque se trata de llegar a digerir y asimilar sus enseñanzas.
Y, así como lo hemos llegado a notar en la vida cristiana, hay palabras que son duras de digerir, que pueden ser difíciles de aceptar, que piden un gran esfuerzo para vivirlas, pero forman parte del evangelio de Jesucristo que así nos va mostrando el camino que debemos seguir.

Una persona que no solo siente el gusto por las cosas de Dios, que no solo se emociona, sino que está atenta para cumplir sus enseñanzas es alguien que se mantiene perseverante e inconmovible ante los embates de la vida, porque ha desarrollado una relación más íntima con el Señor y su palabra.

Una cosa que tenemos que aceptar es que tarde o temprano sentiremos la fuerza de los vientos. No buscamos a Jesús para evitar esas confrontaciones que muchas veces vamos teniendo en esta vida; tarde o temprano llegarán esos vientos huracanados, esas inclemencias de la vida, por lo que, si somos de Dios, si somos de Cristo, si estamos habituados a su palabra, experimentaremos su presencia que infunde paciencia y fortaleza delante de esas adversidades.

Jesús desde el principio habló de la cruz y de las pruebas que nos esperan. No buscamos al Señor, en este caso, para que no tengamos problemas, para que quedemos como encapsulados en una burbuja a fin de que nada nos llegue a afectar, sino que desde el principio del seguimiento entendemos que hace falta estar preparados para esos eventos inesperados, para enfrentar esas dificultades.

Cuando hay de por medio verdaderamente una vida de fe, cuando estamos habituados no solo a escuchar la palabra, sino a tratar de vivirla entonces tendremos la fortaleza para enfrentar las dificultades y para que no haya nada que llegue a afectar el amor que sentimos por Dios.

Si no somos conscientes de esta realidad, se puede uno sentir en algunos momentos decepcionado de Dios, escandalizado por el tipo de pruebas que enfrentamos, por las situaciones inesperadas que cambian el rumbo de la vida.

¿Qué es lo que puede pasar en un momento inesperado como éste, especialmente cuando no tenemos arraigada una fe, una relación profunda con el Señor? Puede suceder que uno se sienta decepcionado, que le reclame uno a Dios: por qué tenemos que pasar estas situaciones, por qué tenemos que enfrentar estas cosas, por qué tenemos que sufrir estas adversidades; y todo porque no tenemos presentes las cosas que el Señor nos ha dicho desde el inicio del seguimiento.

Hay que conservar la fe y cuidarla porque ha llegado como un don a nuestra vida. Procuremos cimentar la fe en la relación con Cristo Jesús porque llegarán esos momentos difíciles y adversidades, pero si tenemos fe nada va afectar nuestra relación con Dios, pues estaremos fortalecidos mientras pasan las adversidades en la vida.

Tengo presente la exhortación que hacía el Santo Cura de Ars a un sacerdote que se quejaba de la frialdad de sus feligreses. Le decía: «¿Ha predicado usted? ¿Ha orado? ¿Ha ayunado? ¿Ha tomado disciplinas? ¿Ha dormido sobre duro? Mientras no se resuelva a esto no tiene derecho a quejarse.

Señala el Santo Cura de Ars algo que es propio de los cristianos: cuando lleguen los problemas, más que quejarse hay que hacer oración, hay que hacer penitencia, hay que practicar las privaciones, hay que ir con Jesús al sagrario, hay que multiplicar los esfuerzos para comunicarnos más con Dios, porque en esos momentos corremos el riesgo de dejar de sentir a Dios y desconfiar de Él.

La oración y la penitencia nos darán fortaleza y esperanza para que ante esa adversidad no nos apartemos de la única fuente que nos ayudará a salir adelante. Es un contrasentido que cuando hay una dificultad a veces, por capricho, uno se aparta de la única fuente que nos puede sacar adelante en esos momentos críticos, que es precisamente la presencia de Dios.

Entre los cristianos esta es la espiritualidad que tenemos que practicar: cuando haya situaciones difíciles que rebasan nuestra capacidad de respuesta, recordar el poder de la fe y alimentarnos de la palabra, de esa palabra que hay que vivir y digerir, pues no basta decir: ‘Señor, Señor’.

No dejen de considerar el consejo del Santo Cura de Ars cuando lleguen las dificultades: no tienen derecho a quejarse si no han actuado como cristianos, si no han probado el poder de la oración, de la penitencia, de la presencia de Jesús en el sagrario. No tienen derecho a quejarse si no se han apegado al potencial de la espiritualidad cristiana.

Al dar gracias por la beatificación del papa de la sonrisa, Juan Pablo I (Albino Luciani), no quiero dejar de compartir una de sus enseñanzas que reafirma la tarea que tenemos que cumplir los pastores en la Iglesia a la hora de formar y acompañar el caminar espiritual del pueblo de Dios:

“Nuestro primer deber es enseñar a la gente a rezar, porque cuando les damos este medio poderoso, se las arreglan ellos para obtener las gracias del Señor”.

Aunque conozcamos la Biblia siempre queda mucho por descubrir

Pbro. José Juan Sánchez Jácome

La Biblia es un tesoro inagotable que está a nuestro alcance en el camino de la vida cristiana. Entre más la leemos y estamos habituados a la meditación de la palabra de Dios nunca la agotamos. Aunque hayamos sido formados en las Sagradas Escrituras queda mucho por descubrir, ya que siempre nos sorprende y resulta novedosa porque es una palabra que se actualiza y está viva.

Uno puede saber muchos datos de la Biblia y estar en contexto respecto de los textos que meditamos, pero no importa que uno se sepa hasta de memoria algunos pasajes de la Escritura porque, como es una palabra que se actualiza y está viva, trae en cada momento un sabor novedoso a nuestra vida.

Por eso, al abrir la Biblia tenemos que estar siempre a la expectativa y no acomodarnos ni limitarnos con lo que sabemos o hemos aprendido, para dejar sorprendernos por el Señor que siempre se revela y tiene algo nuevo que compartirnos.

Hace falta agradecer a Dios por el regalo de su palabra y por el conocimiento que hemos adquirido de ella, pero tenemos que saber aguardar que Dios siga mostrando la riqueza de su palabra, y reconocer lo que todavía ignoramos de la misma.

Decía Fray Nelson: “Es grande tener conocimientos, pero ello es poco si uno no sabe cuánto ignora. La verdadera sabiduría empieza en aquella frase de profunda humildad de San Agustín: “¡Ay de mí, que ni siquiera sé cuánto ignoro!” Aquel que se hace una idea de su propia ignorancia nunca será tan maestro que se le olvide ser discípulo”.

Asumiendo, por tanto, la actitud del discípulo que es consciente de todo lo que ha recibido, pero que, al mismo tiempo, reconoce con emoción lo que aguarda a ser revelado porque tiene hambre de Dios, tenemos que acercarnos a la palabra con la humildad del que necesita ser alumbrado en el camino de la vida cristiana.

Dentro del conocimiento que tenemos de la palabra de Dios sabemos dónde encontrarnos con textos llenos de luz y contenido, con textos que apasionan por la forma como la palabra llega a lo más profundo del corazón.

Por eso, a veces pasamos por alto o no reparamos en las sorpresas que nos puede ofrecer libros que en su estructura general tienen otro cometido.

Eso puede pasarnos con el segundo libro de los reyes. Delante de las cuestiones históricas que nos va presentando no esperamos encontrarnos con una lección sorprendente para saber reaccionar ante las amenazas y dificultades. La lección consiste en saber sustraerse de las amenazas y de la dureza de la realidad. Eso encontramos en la actitud del rey Ezequías (2Re 19).
En esos tiempos, simplemente evocar la palabra Asiria era para temblar e infundir miedo, pues Asiria representaba el principal poder de aquellos tiempos. El reino del norte de Israel ya había caído en manos del ejército asirio y en esta ocasión el rey de Asiria manda una carta al rey Ezequías, un ultimátum para que se rinda y no oponga resistencia.
Bastaba la carta, la intimidación y la cercanía del ejército más poderoso que había sometido a otras naciones, para que Ezequías se doblegara. Sin embargo, Ezequías es una persona que sabe sustraerse del peligro y del miedo que provoca esta amenaza, sabe sustraerse incluso de esa fama de poderío del ejército asirio para recargar su angustia con el Señor, para presentarle a Dios su preocupación y para que una amenaza como esta se convirtiera en un motivo para buscar a Dios en la oración.
Es muy elocuente el gesto de este rey que toma la carta y se la presenta a Dios: aquí está la carta, aquí está la amenaza, esto es lo que le espera a tu pueblo. Y comienza un diálogo, un encuentro íntimo con el Señor que le devuelve la paz y la confianza, y que se va transformando en la convicción de que Dios nunca ha abandonado a su pueblo en los momentos más críticos de su historia.
Se trata, por tanto, de una lección escondida en uno de los libros del Antiguo Testamento; de una lección que no imaginamos encontrar en estos textos, a pesar del nivel de conocimiento que tengamos de las Sagradas Escrituras. Una lección necesaria para nuestros tiempos a fin de que no sucumbamos a los nervios, al miedo y a las tensiones que generan muchos acontecimientos que enfrentamos todos los días.
La convicción que nos quiere transmitir la palabra es que hasta en los momentos más delicados y tensos de la vida un cristiano debe aprender a sustraerse de la realidad que enfrenta para compartir todo con el Señor. Que hasta las situaciones donde se acaban las posibilidades humanas de salir adelante debemos presentarlas al Señor.
Hay momentos en los que lo único que podemos compartir al Señor en la oración son esos nervios, ese miedo, esas tensiones y esa cobardía que provoca la realidad. Puede ser que en distintos momentos de la vida no tengamos otros temas para hablar con el Señor, pero como lo demuestra el caso de este rey, la oración sabemos que es hablar de la realidad, abrir el corazón para que presentando nuestra verdadera necesidad volvamos a experimentar esa forma tan delicada que Dios tiene de mirarnos y de responder a nuestras súplicas.

Eso mismo le aprendimos a Jesús que en el momento de la crisis, del conflicto y prácticamente todos los días sabía sustraerse de la realidad para poner en las manos de Dios los nervios, los miedos, las dificultades y tensiones. No importa que tengamos delante de nosotros un enemigo formidable, una situación que humanamente sobrepasa nuestras fuerzas, porque en la oración reconocemos que no hay nadie más grande y misericordioso como el Señor.

Que una palabra como ésta nos lance al encuentro del Señor en la oración cuando tengamos que compartir con Él las realidades críticas y angustiantes de la vida, para que en medio de esas situaciones experimentemos su cercanía y reafirmemos nuestra confianza en Dios.

Mexicanos al grito del narco

Cada día que pasa, el país se torna más y más violento, más y más inseguro, más y más ingobernable. El gobierno federal se cruza de brazos y desde el púlpito presidencial el mensaje que se emite es que esto se pondrá cada vez peor, porque los encargados de evitarlo están desinteresados o coludidos con los responsables de sembrar terror en la población civil. No hay ley que aplique para los criminales, no hay policía ni ejército que los enfrente, no hay salida para los ciudadanos de bien.

Hace un par de días el país vivió una auténtica noche de terror… En varios estados de la república se reportaron narco-bloqueos, enfrentamientos, asaltos, saqueos, quema de vehículos y locales… como si de una purga se tratara. Casualmente todo esto se dan en medio de la discusión por el decreto autoritario del presidente de adherir la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), y en política nada es coincidencia.

Guanajuato, Jalisco, Guadalajara, Irapuato, Celaya y demás ciudades del centro de México fueron víctimas de la ingobernabilidad que existe, pero no sólo eso, sino que simultáneamente en Veracruz asesinaron al exalcalde del municipio de Rafael Lucio. En fin, en un lapso no mayor a 4 o 5 horas el país se encontraba asediado y la población civil horrorizada por la impunidad con la que los criminales operan en nuestro país. ¿Y el ejecutivo federal? Bueno, el mismo que dijo que hay que cuidar a los criminales porque también son personas, los volvió a defender y dijo que se trataba de protestas por haber detenido a algún capo de peso, sin decir a quién ni en dónde…

De este modo, es innegable que a López Obrador no le importa ni el progreso ni el bienestar ni la seguridad de las personas que gobierna, lo único que le interesa es hacer campaña y aferrarse al poder. No tiene ni el más mínimo respeto ni la empatía por las personas que sufren por su ineptitud, no le importan las víctimas, le importan sus fieles seguidores que por unos cuantos miserables pesos al mes lo siguen idolatrando a costa de lo que sea.

El problema se acrecienta al notar que el presidente está desesperado porque sus reformas están detenidas, ya no puede reformar al INE, ya no puede reformar a la CFE, ya no puede hacer algo, pues desde el año pasado perdió la mayoría en el Congreso de la Unión, por eso es que ahora quiere imponer su ley por encima de la Constitución por medio de decretos presidenciales como el que pretende militarizar a la GN, pero ignora o desestima que él no es México, él no es la Ley y ningún mexicano, ni siquiera el presidente está por encima de nuestra Carta Magna, pero un tonto con poder y enojado es más peligroso que los mismos narcos…

De esta manera, nos esperan un par de años complicados, entre la inflación, la crisis económica, la inseguridad y un presidente que sólo piensa en él y en la conservación del poder, a los mexicanos nos toca ‘aguantar vara’ y prepararnos para la sucesión presidencial, esperando que esta vez la gente vote con la cabeza y no con el hígado, pues ya vimos los resultados de hacer esto último…
Y tú, ¿Kime cuentas?

Sígueme en Twitter: @kimsebastian_

Facebook: @SebastianKimMx

Mándame un correo: kimecuentas@gmail.com

La visita de Claudia Sheinbaum

PUNTO Y COMA

Por Yair Ademar Domínguez

Estuvo en Veracruz la doctora Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, para refrendar el vínculo institucional con el gobierno del ingeniero Cuitláhuac García Jiménez. En Xalapa, la capital, conversó con medios de comunicación y dijo que le unen a nuestra entidad y al mandatario veracruzano muchas cosas, “el anhelo siempre de un país mejor, nuestro apoyo al presidente de la República y somos parte de este movimiento de transformación que hoy encabezan 22 de las 32 entidades de la República”.

En Coatepec, la doctora Sheinbaum se tomó una taza de café y elogió este municipio, “que es uno de los principales productores de café de excelencia de nuestro país”. En Xalapa visitó el Museo de Antropología, espacio emblemático de nuestra ciudad, el más importante de América Latina. En conferencia de prensa se refirió al apoyo que su gobierno está dando al de Veracruz, en materia de digitalización de trámites.

También, como ya lo había comentado, dijo muy emocionada que una réplica de “la joven gobernante de Amajac”, encontrada el pasado 1 de enero de 2021 por César Cabrera Cruz y su compadre Alejandro Céspedes, en la comunidad Hidalgo Amajac, municipio de Álamo Temapache, será colocada en el Paseo de la Reforma, en lugar de la estatua de Cristóbal Colón.

La ciudad de México, con una gran comunidad de veracruzanos asentada en su territorio, tendrá una presencia emblemática con esa réplica escultórica. Además, así lo comentó el gobernador Cuitláhuac García este domingo, el 02 de septiembre se inaugurará en Los Pinos, un palo volador, para que los visitantes puedan disfrutar de manera permanente el espectáculo de Los Voladores de Papantla. Todo esto, claro, es fruto de las buenas relaciones entre los gobiernos de Veracruz, de la ciudad de México y del presidente Andrés Manuel López Obrador.

“Estamos en un marco de mucha fraternidad porque sabemos de la gran calidad humana que tiene la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México”, destacó el mandatario veracruzano durante la recepción de este domingo.

Al referirse a la escultura de la joven de Amajac, la doctora Sheinbaum dijo que se trata de un reconocimiento a las mujeres, principalmente a las indígenas que nunca han tenido voz y ahí ofreció ir muy pronto a visitar el municipio de Álamo Temapache, en donde fue localizada esta impresionante escultura femenina.

Avanza proceso interno de MORENA

En la segunda etapa del proceso interno del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), en breve se llevarán a cabo asambleas en los 32 estados de la República, para renovar Consejeros y Comités Estatales. En este ejercicio democrático se elegirán Presidenta o Presidente del Consejo Estatal, nuevos integrantes del Comité Ejecutivo Estatal para los cargos de Presidencia, Secretaría General, Secretaría de Finanzas, Secretaría de Organización, Secretaría de Comunicación, Difusión y Propaganda, Secretaría de Educación, Formación y Capacitación Política y Secretaría de Mujeres.

En este proceso interno vamos fortalecidos por la diversidad y unidos en los intereses comunes. Como los dedos de una mano, en nuestro partido las articulaciones son variadas, pero todos tenemos un mismo interés, que se consolide el ideario político de nuestro movimiento.

Comentarios: Facebook Yair Ademar Dominguez Twitter @YairAdemar

Ser capaces de dar una respuesta doctrinal y personal acerca de Jesús

Pbro. José Juan Sánchez Jácome

Después de todo un caminar en la fe en el que se nos va mostrando la presencia de Dios, después de que Dios nos confía tanto, llega el momento de dar una respuesta acerca de Jesús. Él mismo, como pregunta a sus apóstoles, también a nosotros nos pregunta sobre su persona. ¿Qué pensamos acerca de Él? ¿Qué representa Jesús en nuestra vida?
Regresando, pues, sobre lo que hemos vivido con el Señor conviene preguntarnos: ¿Quién es Jesús para nosotros? Se ofrece responder a Dios e incluso se necesita dar una respuesta al mundo de hoy. En algunas ocasiones se nos plantea esta pregunta en distintos foros de la sociedad y otras veces, aunque no se nos pregunte directamente, sentimos la necesidad de compartir lo que es Jesús para nosotros.

Ante una pregunta fundamental como esta necesitamos dar una respuesta doctrinal y también una respuesta personal. Las dos son necesarias y se ofrecen en distintos contextos de la vida.

Para saber responder acerca de Jesús es necesario ubicar el contexto en el que lanza esta pregunta en los santos evangelios. En un contexto de oración Jesús plantea esta pregunta, por lo que hasta cuando tengamos que dar una respuesta más intelectual, no podemos olvidar este contexto de intimidad y de encuentro con el Señor.

En algún tiempo me alegraba porque constataba que Jesús está en la vida de todos, ya que no es indiferente para muchas personas y en general no es alguien desconocido. Me daba tranquilidad y alegría confirmar que Jesús no pasa desapercibido.

Pero llegué a entender que no basta que Jesús esté en la boca de todos, hay que aspirar a que llegue a estar en el corazón de todos. A muchos les ha llegado su fama, pero no les ha llegado su espíritu. Por lo tanto, no se puede cantar victoria cuando el Señor sea simplemente conocido, apreciado y en términos generales respetado, sino que tenemos que hacer lo posible para que, de la cabeza, baje al corazón.

En un ambiente de oración plantea Jesús esta pregunta para que sepamos decir algo con propiedad. No es una pregunta académica o que tenga relevancia sociológica. En nuestro caso, no podemos decir que Jesús es un profeta como otros tantos que ha habido en la historia; no podemos responder de esa manera para complacer a todos, o para que se diga que somos incluyentes, o para que se señale que no menospreciamos otras tradiciones religiosas; no se espera esto de un cristiano.

Junto con la respuesta doctrinal se espera una respuesta personal, pues sólo así otros hermanos llegarán a aceptar a Cristo en sus vidas. Lo que permite que personas que giran en torno a nosotros en la familia y en el trabajo, se sientan impactadas ante la presencia de Jesús, es hablar con apasionamiento de Él, llegar dar testimonio de Él, llegar a hablar con el corazón, no sólo dando razones, sino sobe todo pruebas y testimonios de lo que ha hecho en nuestra vida.

Se espera, por lo tanto, una respuesta personal y no solo doctrinal. No basta decir a los demás, especialmente a los que no conocen al Señor: Jesús es el Mesías, el Salvador, sino que esta respuesta requiere del testimonio para exponer la alegría que ha dejado en nuestra vida y la manera como nos ha venido cambiando.

Basados en la doctrina podemos decir cuándo y dónde nació Jesús, pero la respuesta de los santos amplía las posibilidades para buscar un encuentro con Él. Cuando les preguntaban cuándo y dónde nació Jesús, no sólo respondían con propiedad diciendo: en Belén, sino que contestaban también desde su propia historia, cuando Jesús irrumpió en sus vidas quedándose para siempre.

Podemos imaginarnos su respuesta. Cuando le preguntaban sobre el lugar y la fecha del nacimiento de Jesús, la mujer pecadora seguramente contestaba: Jesús nació el día que me defendió; nació en mi corazón el día que despertó mi dignidad, el día que le dio una orientación diferente y definitiva a mi vida.

San Francisco de Asís: Jesús nació en mi corazón el día en que abandoné todo y me desprendí de todos los bienes, y en la plaza pública, desprendido de todo y hasta de mis vestidos, proclamé que Él es el mejor tesoro que hay en este mundo. San Pablo de Tarso: Jesús nació en mi corazón el día en que me tumbó del caballo, el día que doblegó toda mi soberbia, el día en que quedando ciego vi con más claridad la gloria de Dios en mi vida.
María podría responder no sólo hablando del momento del alumbramiento, sino de la manera como el misterio de Jesús se fue abriendo de manera paulatina en su corazón. Jesús nació en mi corazón cuando vi toda su gloria en su trato con los enfermos, los pobres, los pecadores y con todas las personas.

Y continuando con esta dinámica podemos imaginar cuál fue la respuesta de los santos que admiramos y de las personas que hemos conocido, las cuales, cada vez que hablaban de Jesús, daban testimonio de lo que hizo en sus vidas, del aroma que dejó en sus corazones.

No podemos esquivar ahora la pregunta de Jesús. Llega el momento de contestar: ¿quién es Jesús para mí? Cuántas veces has comulgado, cuántas veces has leído su evangelio, cuántas veces has asistido a los pobres y realizado apostolados en el nombre de Cristo Jesús. Es necesaria una respuesta personal en base a lo que Jesús nos ha permitido vivir en su divina presencia.

No esquivemos esta pregunta de Jesús cuando a nosotros nos dice: ya sé lo que la gente piensa, pero quién soy para ti. Por lo tanto, que estemos en condiciones de responder y que tengamos en cuenta que si nos sentimos sorprendidos y rebasados para responder, basta evocar el historial que tenemos con Jesús. Nuestra relación con Él no empezó ayer, aunque algún tiempo nos hayamos alejado y lo hayamos evitado.
Cuando apremia la realidad es necesario ofrecer un testimonio apasionado acerca de Jesús para que otros hermanos lleguen a conocerlo y aceptarlo en sus vidas.

Deja que el Señor guíe tu barca e incluso duerma en ella, si así lo quiere

Pbro. José Juan Sánchez Jácome

Cuando no sabemos distinguir los diferentes ámbitos de la vida puede ser que vengamos al encuentro con Dios con una disposición y expectativa pragmática: con la actitud de encontrar inmediatamente una respuesta; con la actitud de exigir a Dios una manifestación clara; con la actitud de obtener resultados inmediatos, como sucede en otros ámbitos de la vida, cuando las cosas dependen de nuestras técnicas y de los propios esfuerzos.

En cambio, el ámbito de la fe nos sumerge en una dinámica diferente que requiere de todo un proceso y acompañamiento para que poco a poco se vaya mostrando, a lo largo de nuestra vida, la gloria de Dios. Requiere de todo un aprendizaje donde es muy importante la humildad que nos lleva a ser fieles y perseverantes. El creyente va entendiendo que Dios se da a conocer por pura misericordia y no como resultado de nuestros esfuerzos.

Dentro de este proceso de conocimiento y encuentro con Dios hay muchas dificultades que tenemos que enfrentar para mantenernos en esta búsqueda de Dios. Quisiera, en esta ocasión, considerar las objeciones que regularmente se ponen a la palabra de Dios y que es necesario enfrentar para no atorarnos o retroceder en este camino.

Estas objeciones podemos catalogarlas de dos maneras: objeciones más sofisticadas, de tipo intelectual, y objeciones existenciales. Ambas pueden afectar y condicionar la confianza en la palabra de Dios a través de la cual nos vamos afianzando en este camino espiritual.

Tengo presente las objeciones más sofisticadas que ponen aquellos escritores e intelectuales que se ofenden con algunos pasajes de las Sagradas Escrituras: “¿Cómo podemos considerar palabra de Dios algunos textos -espetan- donde hay mucha sangre, venganza, muerte, asesinatos y donde se presentan casos de extrema maldad? ¿Cómo considerar fuentes de moralidad algunos textos de suyo violentos donde aflora la condición humana?”

Prácticamente con esta objeción los círculos intelectuales se cierran porque se escandalizan y se ofenden de que la palabra de Dios presente este tipo de situaciones. Al más puro estilo científico, esperarían que la palabra de Dios discurriera de manera metódica y sistemática.

Otras objeciones, en cambio, son de tipo existencial. Tienen que ver más con el sufrimiento, la enfermedad, la soledad, la incertidumbre y la tristeza que muchas personas experimentan. Son objeciones que surgen, más que de razonamientos, de padecimientos que quitan la paz.

Llegamos a la Iglesia con una necesidad apremiante de Dios, con hambre de Dios, quisiéramos sentir su presencia. Y de acuerdo a esta necesidad concreta que experimentamos, se puede uno inconformar diciendo: “¿En qué me ayuda escuchar historias añejas o temas que se refieren a otras cosas, si estoy pasando por una situación de sufrimiento, de enfermedad y desesperanza? ¿Qué me aporta esto que estoy escuchando si no se refiere a mis sufrimientos?”

En casos apremiantes como éstos sentimos la necesidad de una respuesta directa e inmediata. Aunque de matriz diferente, los dos tipos de objeciones confluyen en lo mismo: poner resistencias a la acción del Espíritu de Dios por medio de su palabra.

En el fondo seguimos juzgando y calculando las cosas a partir de nuestras categorías temporales, sin dar el paso de la fe que consiste en confiar y abandonarnos a Dios, aun cuando no veamos ni entendamos nada.

Acostumbrados a vivir de otra manera, donde las cosas dependen directamente de nosotros, no entendemos o nos cuesta trabajo aceptar la dinámica y los tiempos de la fe.

Si nos inconformamos por el contenido de la palabra, si nos desesperamos porque en algún momento la palabra no ilumina de manera directa la problemática que estamos enfrentando, tenemos que considerar que esta palabra viene de Dios y nos conviene a todos, independientemente del momento anímico que estemos viviendo. Se trata de una palabra que hay que acoger para no interrumpir el proceso que Dios lleva con nosotros.

Esta palabra puede provocar resistencias cuando esperamos otra cosa, pero es una palabra que viene a confirmarnos que, aun en las situaciones más penosas y trágicas de la vida, Dios sigue actuando.

Es palabra divina porque Dios nunca abandona a la humanidad y porque en medio de esas situaciones trágicas Dios está tocando los corazones para que veamos en el desenlace de las mismas, que estas historias de perdición se convierten en historias de salvación.

También en nuestros tiempos puede haber historias de crueldad, como las que nos encontramos en la Biblia, pero la palabra nos recuerda que la gracia de Dios no descansa, sigue trabajando, y necesita de corazones que la acojan para que siempre tratemos de cambiar, en el nombre de Dios, esas historias que en este momento nos llenan de desesperanza.

Puedo venir a la Iglesia con otra necesidad, con otra expectativa, con una súplica concreta, pero esta palabra llama la atención para reconocer que, en mi entorno, en mi realidad familiar y personal no hay situaciones que impidan que la gracia de Dios llegue a manifestarse. Nadie va a parar la acción de Dios en la historia, ni la maldad de los hombres, ni la corrupción de los gobernantes, ni el poder de los tiranos.

A pesar de lo trágico y peligroso del momento presente, Dios nunca dará la espalda a su creación, ya que es creador y redentor. Dios no abandona a su suerte su obra prodigiosa, sino que la sigue acompañando para que llegue a su plenitud.

Fiarnos de la palabra, acogerla, darle espacio y dejar que penetre en nosotros hará que nos revele, más allá de nuestras resistencias, el poder que tiene para transformar y concedernos la paz.

A veces será necesario aceptar lo que Jesús mismo experimentó: hambre, sufrimiento, debilidad, tentación. Pero como el Señor, debemos tener la capacidad para habitar esa debilidad, estar dispuestos a escuchar el hambre en vez de satisfacerla, para llegar a descubrir que no solo de pan vive el hambre. Hay que escuchar esa debilidad para descubrir todo lo que se nos revela.

De esta forma, en las adversidades, no dejemos de reconocer que Dios guía la barca de nuestra vida, aunque nos parezca que se queda dormido. Como decía Santa Maravillas de Jesús: “Viva siempre llena de fe y confianza, dejando que el Señor guíe su barquilla e incluso duerma en ella si Él quiere”.

Inflación para ‘dummies’.


A raíz de la actual crisis económica que está sufriendo el mundo entero, los ciudadanos hemos tenido que aprender a entender conceptos en materia económica que antes nos tenían sin cuidado, pues no necesitábamos comprenderlos para poder llevar a cabo nuestros planes. Era tan sencillo como ahorrar e invertir y los resultados venían por añadidura, pero hoy ya no es así, pues de pronto vemos constantemente en los medios de comunicación noticias sobre la inflación y cómo ella está impactando directamente en nuestros bolsillos.

Resultaría lógico pensar que la pandemia y el reciente conflicto bélico en Europa son los principales culpables de esta situación, pero esto no es así. Basta con revisar los distintos países y sus actuales escenarios económicos y podemos ver que no todos están sufriendo, sino que hay varios que se han mantenido ‘a flote’ sin problema alguno. Casos como el de Singapur, Japón, Suiza, Indonesia y Corea del Sur, son algunos de los países que presentan inflaciones de alrededor del dos por ciento, mientras que países como México, Estados Unidos y Argentina tienen índices de inflación incluso superiores al de Ucrania, que en este momento enfrenta una guerra con Rusia.

La pregunta que nos aclara esto es, ¿por qué?, y la verdad es que no es tan complicado de entender. Resulta que la inflación es un fenómeno puramente monetario, es decir, cuando decimos que crece la inflación es porque hay más dinero en circulación del que debería.

Por ejemplo, digamos que tenemos mil billetes en circulación, mientras el número de billetes sea el mismo, el dinero va a tener el mismo valor, pero esto tiene que ser también proporcional a la cantidad de servicios y productos que podamos obtener con ese dinero, es decir, el dinero que tengamos nos debe alcanzar siempre para comprar lo mismo. ¿Cuándo se provoca la inflación, entonces?, con la emisión, que es la acción de imprimir más billetes. Siguiendo el mismo ejemplo, supongamos que ahora hay dos mil billetes en circulación, o sea, el doble, pero la cantidad de productos y servicios no aumenta.

Esto provoca que lo que antes comprabas con un billete, ahora lo compras con dos, pues entre más dinero haya en circulación, más dinero vas a necesitar para comprar los mismos productos y esto, obviamente, afecta más a las personas que tienen menos recursos.

Ahora bien, ¿por qué se genera la emisión?, cuando alguien interviene directamente en los precios del mercado; pista: ese alguien siempre es el gobierno. En este momento es cuando entran los conceptos de capitalismo y libre mercado, que no son más que la generación y acumulación de riqueza (dinero) y la libertad de comerciar y negociar los precios de un servicio o producto sin intermediarios (sin impuestos), respectivamente. Para este momento, ya habrán deducido que los primeros países que mencioné sí cuentan con estos sistemas en sus economías, mientras que los países de occidente se alejan cada vez más de ellos y se acercan más al intervencionismo estatal y al modelo socialista.

Así pues, cuando un gobierno aumenta los impuestos, reduce la capacidad de compra del ciudadano, mismo que se ve obligado a subir los costos en sus servicios y productos.

Entonces, el gobierno, en vez de reducir impuestos y permitir el libre mercado, lo que hace es emitir más dinero pensando que así la gente va a tener más poder adquisitivo, cuando en realidad (como ya lo expliqué), provoca todo lo contrario, más pobreza.

Desafortunadamente, como ya lo referí anteriormente, México no es el único país que está errando en estos temas, como lo hemos podido notar en el aumento de los costos de la canasta básica, por ejemplo, sino que Estados Unidos, la principal potencia económica del mundo y nuestro más importante socio comercial está haciendo lo mismo. Para darnos una idea de lo mal que está administrando Joe Biden la situación, desde el inicio de su administración (2021) a la fecha, su gobierno ha emitido más dólares que en toda la historia del país norteamericano, lo que está provocando la peor inflación que se haya registrado jamás.

Occidente está mudando cada vez más al modelo del cual Europa viene huyendo desde la caída del muro de Berlín, los países que lo hacen, afirman que es en nombre de una revolución, de una transformación o para el bienestar del pueblo. Los resultados están a la vista, estamos yendo en dirección contraria al desarrollo y, lo peor, mientras nos hundimos en la pobreza, la gente sigue alabando y enalteciendo a los culpables de ello…
Y tú, ¿Kime cuentas?

Sígueme en Twitter: @kimsebastian_

Facebook: @SebastianKimMx

Mándame un correo: kimecuentas@gmail.com