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Comparecencias 2022.


Parlamento Veracruz.

Juan Javier Gómez Cazarín

Este sábado inició el calendario de comparecencias de servidoras y servidores públicos del gabinete del gobernador Cuitláhuac García Jiménez para la glosa del Cuarto Informe de Gobierno.

Y empezamos con el secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos, quien ha estado al lado del Gobernador desde el primer día de su encargo.

Las cuentas que rindió el Secretario coinciden con lo que podemos ver en día a día de Veracruz: un Estado con gobernabilidad, con diálogo, con avances sustanciales en la construcción de la paz, con resultados de gobierno a favor de la ciudadanía, con una administración cercana a las necesidades de la población.

Diputadas y diputados de todos los partidos le preguntaron lo que quisieron y el Secretario les respondió con respeto y con la mejor disposición de aclarar sus dudas.

Por cierto, llamó la atención que está vacante la presidencia de la Comisión Permanente de Gobernación. Era la que ocupaba la diputada Margarita Corro, quien desde el 5 de noviembre preside el Congreso y, por ley, no puede pertenecer a ninguna Comisión. En las próximas sesiones, seguramente, designaremos a quien la supla, pero como esa Comisión, además, tiene Secretario y Vocal de lujo, los diputados Paul Martínez Marie y Genaro Ibáñez Martínez se rifaron sacando muy bien la comparecencia. Mis respetos para los dos.

El intercambio entre Eric Cisneros y las diputadas y los diputados fue un gran comienzo de la glosa del Informe.

En total, serán 15 comparecencias –contando la de Eric- antes de que toque el turno al propio Gobernador del Estado, quien acudirá ante el Pleno la mañana del 15 de diciembre para contestar preguntas de las y los legisladores.

Como ven, serán días de mucha chamba para las y los diputados, quienes tenemos la obligación de desmenuzar el Informe y aclarar cualquier duda que pueda haber sobre su contenido –sin descuidar el trabajo normal de las sesiones ordinarias-.

Las y los invito a seguir las comparecencias en la página de Internet del Congreso, en el Facebook o en Youtube, donde las estaremos transmitiendo en vivo. Por lo pronto, mañana a las 11:00 le toca al secretario de Seguridad Pública, con quien trataremos un tema fundamental para la vida de Veracruz.

Cuitláhuac, cuatro años.

Parlamento Veracruz.

Juan Javier Gómez Cazarín

Mañana, de acuerdo a la Constitución, recibiremos en el Congreso del Estado los tomos impresos que componen el Cuarto Informe de Gobierno de Cuitláhuac García Jiménez.

Pero 24 horas antes de sostener esos documentos en las manos, tengo desde ahora una idea bastante clara de lo que dirá ese Informe.

Y no es por hacerle al adivino. Ocurre que me ha tocado ser testigo de los avances que ha tenido Veracruz al mando del gobernador Cuitláhuac.

El primero de diciembre se cumplirán cuatro años de que el Gobernador rindió protesta del cargo en medio del peor desastre de nuestro Veracruz en las últimas décadas.

Cuitláhuac recibió un Estado hundido en todas las crisis posibles. La crisis de seguridad pública: con más muertos que Irak. La crisis del quebranto de las finanzas: deuda al SAT, a la UV, al IPE, a las personas pensionadas. La crisis de la corrupción de los exfuncionarios viviendo en una fiesta de opulencia: circulan historias de botellas de vino de a 60 mil varos. La crisis de la confianza política de la gente con su Gobierno: policías golpeando personas jubiladas y pensionadas, alcaldes acampando en el Palacio de Gobierno en el 2016 mientras mucha gente revisaba el Facebook para, discretamente, borrar cualquier publicación donde aparecieran con el Gobernador de aquel entonces. La crisis de la inversión privada y los empleos: ¿Qué valiente le iba a meter dinero a semejante Veracruz? La crisis de la decepción: la gente votó por un cambio en 2016 y los “salvadores” salieron tantito peor.

Y si a eso le sumamos la pandemia, tenemos la tormenta perfecta.

A todas esas crisis, Cuitláhuac le entró con valor, firmeza, convicción, dedicación y paciencia. También, hay que decirlo, con la enorme presión moral de saber que Veracruz no soportaría un nuevo desengaño y que el pueblo había confiado en él por representar la causa de la Cuarta Transformación.

Cuatro años después, con el liderazgo de Cuitláhuac, Veracruz ha dado una vuelta de 180 grados.

¿Ya se logró lo que se quería? Pues no. Luego de ser uno de los Estados más peligrosos, ahora somos el séptimo más seguro del país, pero obviamente queremos ser el primero. ¿Ya no debemos dinero? Pues sí. Se han ido pagando deudas, pero todavía nos falta, porque nos dejaron endeudados hasta el cuello. ¿Ya se acabó la corrupción? Seguramente no, pero ahora el Gobernador es honesto y los eventuales actos de corrupción son la excepción y no la norma, además de que estamos a las vivas para sancionar a quien se pase de lista o listo. Sin ir muy lejos, nunca el Congreso del Estado había rechazado dos Cuentas Públicas. Y así con todo lo demás.

En suma, a cuatro años, la regeneración de Veracruz va por buen camino. Bien dice Cuitláhuac: nos llena de orgullo.

Diputado local. Presidente de la Junta de Coordinación Política.

Veracruz siempre cumpliendo.


Parlamento Veracruz.

Juan Javier Gómez Cazarín

Ayer ya no pude escribir la columna. Fue un lunes intenso en actividades y muy satisfactorio en resultados. Apenas con tiempo de echarse un taco “de aparador” en la oficina.

Pero no quise dejar de platicarles cómo fue nuestro día.

Como saben, en el Palacio Legislativo recibimos la visita de nuestro secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, con quien fue imposible llegar a un acuerdo sobre la calidad de la horchata entre Veracruz y Tabasco, pero con quien sí coincidimos en todo lo demás.

Coincidimos, sobre todo, en la necesidad práctica de seguir contando con el apoyo de la Guardia Nacional –con mando militar- en la complicada tarea de construir el ambiente de paz y de seguridad que todos queremos para el país.

Veracruz, además, es ejemplo de lo anterior, porque en los últimos cuatro años se han logrado avances enormes: de estar peor que Iraq a ser el séptimo Estado más seguro del país.

El diálogo con Adán Augusto y con el gobernador Cuitláhuac García Jiménez fue para aclarar cualquier duda que hubiera –pero que nosotras y nosotros no teníamos- sobre la pertinencia de avalar la Reforma Constitucional que hace unos días aprobó el Congreso de la Unión.

Resulta que todas las Reformas Constitucionales que se aprueban en la Cámara de Senadores y en la Cámara de Diputados necesitan el aval de 17 Legislaturas estatales para poder entrar en vigor.

Como coordinador del Grupo Legislativo de Morena, le anticipé a Adán Augusto que contara con el voto a favor de las diputadas y los diputados de la 4T; y que le dijera al presidente Andrés Manuel que encontró una bancada unida y más convencida que nunca.

Le recordé que, desde el 2018 que Veracruz entró a la ruta de la transformación, el Congreso de nuestro Estado, en la Legislatura anterior y en la actual, siempre ha sido de los primeros del país en apoyar con su voto a las Reformas Constitucionales propuestas por el presidente López Obrador.

Eso fue al mediodía. Por la tarde, a la hora de la verdad, las diputadas y los diputados de la 4T cumplimos con nuestra palabra. Diputadas y diputados de otros partidos se sumaron a la propuesta –debo reconocerlo- para emitir 38 votos a favor, nueve en contra –allá ellas y ellos y su conciencia-, además de una abstención.

Hoy martes, por la mañana, fue un enorme gusto ver que en el cómputo oficial de la Cámara de Diputados fuimos el Estado número ocho en aprobar la Reforma. Se ve tan bonito el Escudo de Veracruz que hasta le tomé una foto.

Como le dije al Secretario, con la aprobación de Veracruz ya vamos por menos. La Reforma pronto será una realidad.

Fue un día tan productivo que no acabó ahí la cosa.
Sacamos adelante una Reforma importantísima y que era una propuesta y un compromiso mío del que ya les había hablado antes: extinguir el ineficiente Tribunal Estatal de Justicia Administrativa para crear el Tribunal de Justicia Administrativa del Estado de Veracruz.

Se llaman parecido, pero nomás en eso se parecen, porque el nuevo Tribunal sí tendrá el compromiso de defender a la ciudadanía de los abusos de las autoridades administrativas –multas o clausuras, por ejemplo- y de sancionar a las y los malos servidores públicos que se vayan con la cochina al monte, inhabilitándolos para que no puedan chambear en ningún Gobierno.

También le autorizamos una ampliación de Presupuesto a la Fiscalía del Estado, para que pueda seguir haciendo bien su trabajo.

Y, por si fuera poco, le rechazamos la Cuenta Pública al Orfis, porque aquí no vamos a ser tapadera ni cómplices de nadie. Había cuentas de las que no nos salían los números y olían a corrupción. Ahora el Orfis tiene 90 días naturales para formular un nuevo planteamiento en coordinación con la Comisión Permanente de Vigilancia, donde le pido, respetuosamente, a mis compañeras y compañeros diputados ponerse muy truchas para no dejar pasar ni un gol, porque dice un dicho: nací de noche, pero no nací anoche.

Muchas cosas en un solo día, ¿no?

Diputado local. Presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso de Veracruz.

Gobernar por carretera.


Parlamento Veracruz.
Juan Javier Gómez Cazarín

No cabe duda que volando a 11 mil metros de altitud a bordo del avión de la Fuerza Aérea TP01 es difícil ver los baches de las carreteras. Lo mismo ocurre desde un helicóptero Super Puma, de esos que alcanzan hasta 270 kilómetros por hora y tienen un techo de vuelo de 6 mil metros.

Así viajaban antes los Presidentes y, al menos en Veracruz, hasta los Gobernadores (estos últimos en Lear Jet y helicópteros Bell que fue como se nos peló el corrupto de Duarte ¿se acuerdan?).

Pero el presidente Andrés Manuel López Obrador es completamente diferente. Él prefiere volar en aviones comerciales y desplazarse por carretera a pesar de que el destino final de su visita no siempre queda cerca de los aeropuertos a los que llega.

Una vez me tocó ver aquí en Veracruz que el avión lo dejó –porque los vuelos comerciales no esperan ni al Presidente- y se tuvo que regresar por carretera hasta la Ciudad de México después de una gira.

En resumen, Andrés Manuel sí ve los baches, como también ve muchas cosas más de la realidad del país que sólo se perciben cuando uno se mueve por las carreteras y caminos del territorio nacional.

Así fue como la carretera Coatzacoalcos-Minatitlán salió a relucir en la conferencia mañanera del Presidente este lunes. Porque pasó por ahí hace 10 días cuando acudió a supervisar los avances de la modernización de la Refinería Lázaro Cárdenas (tarea encomendada a la siempre confiable secretaria de Energía, Rocío Nahle) y se dio cuenta de las condiciones en que se encuentra el camino ya casi llegando a Minatitlán.

Gracias a esos recorridos por vía terrestre, surgió la instrucción a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) para arreglar la carretera que es fundamental para la vida económica de la región.

Y, ya de paso, les recomendó también la carretera de Minatitlán a Hidalgotitlán, un compromiso de AMLO del que tampoco se olvida.

Esta última, es parte de un Programa de Caminos Rurales que este año impulsa 13 proyectos en nueve Estados. Y otro proyecto en Veracruz, de este mismo programa, es la carretera de Zontecomatlán a Ilamatlán, en la Huasteca Baja (pegado a Hidalgo).

Estoy convencido de que gobernar por carretera es un signo de la Cuarta Transformación que todos los que formamos parte del movimiento debemos tomar en cuenta para imitar.

El gobernador Cuitláhuac García, por lo pronto, así lo ha hecho en todas las regiones de Veracruz, donde muchas obras de infraestructura a cargo del Estado son testimonio de los nuevos tiempos.

*Diputado local. Presidente de la Junta de Coordinación Política.

El circo de atracciones

TRINCHERA DE IDEAS

CYNTHIA SANCHEZ

Cuando era una cría hasta mi lejana comunidad rural llegaba una vez al año el circo de atracciones. Montaban la carpa en la cancha del pueblo, donde los domingos se jugaba todo el día infinitas retas, llegaban los tráileres jalando las jaulas de leones desnutridos, changos pulguientos, cebras deslavadas y al final un elefante de ojos llorosos.

Pero en aquel entonces los chiquillos no veíamos la miseria y crueldad escondida bajo el toldo luminoso del circo, solo veíamos las lentejuelas brillantes de mujeres alegres que iban en zapatillas altísimas repartiendo boletos gratis o 2×1 por las calles polvorientas. La gente se entusiasmaba y daba permisos para que el circo usara luz, agua, lo que hiciera falta.

Si tenías suerte, y en casa sobraban unos pesos, podías ir a una función: la música fuerte, el olor a palomitas, el elefante con sombrero en la entrada para la foto del recuerdo, y adentro de la carpa un escenario a media luz donde olía a excremento de caballos y heno. Cuando el presentador iniciaba el show se encendían las luces y con una voz engalanada seducía al espectador e iba presentando una a una las atracciones. Se salía lleno de júbilo, con la gran excitación de los trucos que parecían inverosímiles y a la vez facilísimos, y sin darte cuenta, aunque la entrada había sido gratis, habías gastado más de lo previsto, el jornal de la semana que apenas iniciaría.

Cuando el circo se iba la cancha quedaba destruida, cerros de basura, siempre un transformador de luz averiado, un hueco en el suelo de donde se habían conectado a la toma de agua, y de a poco al pasar de los días se iba diluyendo la emoción y quedaba en el pecho la extraña sensación de haber sido timados.

Hoy vivimos día a día dentro de un circo de atracciones, cada vez más luminosas y asombrosas; suceden todo el día, toda la noche; pasamos de un truco a otro olvidando que afuera está la calle polvorienta o, peor aún, nos hemos ido convirtiendo en una atracción para otros y nosotros mismos. Nos vestimos de lentejuelas y sombreros de copa y sonreímos ante las luces de un escenario que nos consume, tratando de ser lo más redituables posibles para no terminar en la jaula del elefante triste.

Un signo de nuestros tiempos es la mimetización. La imperiosa “necesidad” de ser el cúmulo de patrones establecidos por el sistema. Nos ofertan una amplia gama de personalidades, pero, al fin y al cabo, solo moldes que puedan seguir produciendo.

Todo se vende, todo se compra, todo se consume en el circo del capitalismo. Lo mismo si eres alegre, emprendedor, vivaz, triste, suicida, rebelde; se trivializa la particularidad, se hace mercancía de la diferencia y todos participamos del show de nuestra propia degradación humana.

Con los ojos puestos en las luces del escenario no podemos ver u olvidamos qué caro nos sale mantener al circo, qué desgastante nos sale intentar ser del circo.

Poquísimas veces fui al circo en mi infancia, pero recuerdo que al fondo del escenario había una pesada cortina de donde salían y entraban quienes hacían cada número del show, y por un fugaz momento podías ver, si prestabas atención, al payaso sin sonrisa, al hombre más fuerte del mundo agachado en un rincón, a la mujer más bella del mundo sin peluca, al antes bravo león yendo dócilmente a su jaula… un fugaz momento en que podías ver la estafa de la fantasía.

V

csanchez@diariodexalapa.com.mx

Por sus obras se conoce a la 4T

PUNTO Y COMA

Por Yair Ademar Domínguez

Arrecia la campaña negra de desprestigio, en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, el mandatario mexicano está blindado. Su escudo protector se llama: El pueblo de México, ese conglomerado auténtico que ha luchado por reivindicar las mejores causas, las de la justicia y el bien común. Hay otra parte acostumbrada a privilegios, que hoy se siente ofendida. Lucraron con los recursos del pueblo, pero eso ya se acabó.

Un libro, una gran cantidad de videos que distribuyen en redes sociales con mensajes grotescos que rayan en la obscenidad, plumas aquí y allá, ataques a diestra y siniestra, son parte de una estrategia que pretende debilitar la figura del Presidente, quien avanza en el segundo tramo de su histórico gobierno. Y sí, aunque parezca increíble, entre más golpes, más se fortalece.

Su popularidad, su fuerza y hay que puntualizarlo, emana del pueblo, de la gente, de los adultos mayores, hombres y mujeres que entregaron lo mejor de sus vidas al desarrollo del país y hoy se ven compensados en esta decisión presidencial de acogerlos, de reconocerlos; pero también emana de los jóvenes, de las niñas y los niños, de miles de mexicanos que han encontrado, en la justa distribución de la riqueza, un aliciente para su desarrollo personal, profesional y familiar.

Este fin de semana, el mandatario mexicano se refirió a la emblemática obra del Tren Maya, “la obra ferroviaria más importante del mundo en la actualidad. Terminaremos los mil 550 kilómetros en diciembre de 2023. Como diría el ingeniero y general Vallejo: ‘No hay órdenes en contrario’”, expuso en sus redes sociales.

Y otro día, en otra publicación, añadió: “Este año será el de más turistas recibidos en Cancún y en la Riviera: 27 millones de personas. Con solo el 10 por ciento que se internen hacia las zonas arqueológicas de Chichén Itzá, Uxmal, Edzná, Calakmul y Palenque, utilizando el Tren Maya, sería de gran beneficio para los pueblos del sureste de México”.

No hay ninguna duda: la Cuarta Transformación se conoce por sus acciones y el mandatario mexicano está dirigiendo este proyecto histórico en el país con obras que no tienen precedente en la historia inmediata. Así que por más campañas negras que vengan, por más libros que se publiquen, por más plumas que lancen tinta, las obras hablan por sí mismas.

Y lo mismo sucede en Veracruz. Aquí, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez no para. Un día sí y otro también, junto con la atención que brinda al pueblo veracruzano, todas las semanas recorre la entidad para supervisar, inaugurar y mostrar las obras que su gobierno realiza.

“Estamos haciendo obra donde antes solo iban a comprar votos.
En la Sierra de Zongolica ya quedó lista la obra en el camino La Quinta – Xochitla, seguiremos trabajando para continuar llevando bienestar a las regiones que fueron abandonadas durante muchos años por los gobiernos neoliberales”. Escribió en su cuenta de Facebook el fin de semana.

No cabe duda que en México, con el presidente Andrés Manuel López Obrador y en Veracruz, con el mandatario veracruzano Cuitláhuac García Jiménez, mexicanos y veracruzanos somos testigos de una transformación histórica. Los gobernantes inmediatos anteriores se dedicaban a robar, pero en la 4T, la transformación va en serio, regresando al pueblo lo que por derecho le corresponde.

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Dios me ha perdonado por adelantado

Pbro. José Juan Sánchez Jácome

El resentimiento hace mucho mal, envenena el alma y nos quita la paz. El resentimiento, el odio y la venganza nos hacen girar de manera indefinida en torno a las ofensas que llegaron a lastimar nuestro corazón.

Se puede tratar de afrentas recientes e incluso de situaciones lejanas en el tiempo pero que se viven como si apenas hubieran sucedido ayer. Siguen doliendo y nos tienen desubicados porque no ha sido posible sanar ni sacar todas esas cosas del corazón.

Aunque haya otras teorías y enfoques diferentes, para nosotros los cristianos sigue siendo fundamental la exhortación de Jesucristo de abrirnos al perdón incondicional y cuando sea muy difícil, cuando lo consideremos humanamente imposible, entonces experimentarlo como un don de Dios.

Hace falta partir de nuestra propia experiencia. Nosotros también hemos fallado, hemos cometido injusticias y no siempre hemos estado a la altura del amor. Pero cuando hemos pedido perdón a Dios, cuando lo hemos buscado nunca nos ha rechazado.

Nos ha recibido, nos ha perdonado y nos ha tratado como si se tratara de premiarnos después de una importante hazaña.
Necesitamos sólo un abrazo, ser perdonados, experimentar el equilibrio interior y recomenzar la vida. Pero Dios nos deslumbra, su amor nos sorprende al quitarnos ese peso de encima y al levantar nuestro ánimo por la experiencia de sentirnos incondicionalmente amados por Él.

Si así se nos ha tratado, si jamás se nos ha negado el perdón no podemos ser incongruentes reteniendo el perdón a los demás. En muchas ocasiones es más delicado lo que Dios nos ha perdonado que lo que nosotros debemos perdonar a los demás. Pero en todo caso se trata de ser conscientes de que esa medida buena, justa y misericordiosa que se ha aplicado con nosotros es la que debemos aplicar en la vida de los demás. Si se nos ha amado y Dios nos ha sorprendido dándonos lo que ni siquiera nos imaginábamos por la gravedad de nuestras faltas, eso nos tiene que motivar para que nunca neguemos el perdón.

Junto a esto recuerdo también con gran admiración el razonamiento de Santa Teresita del Niño Jesús. Cuando pecamos, pero nos arrepentimos y regresamos a Dios, Él nos perdona. Pero la misericordia de Dios actúa incluso antes de que pequemos.

Santa Teresita se plantea una cuestión muy sugerente, analizando la figura de Santa María Magdalena a quien se le perdonan sus muchos pecados porque ha amado mucho. Y santa Teresita llega a decir, “¿si uno no peca mucho Jesús le ama menos?” El asunto resulta muy atrevido y tal cual lo plantea Santa Teresita.

Y responde así: “Reconozco que, sin Él, habría podido caer tan bajo como santa María Magdalena… Pero sé también que a mí Jesús me ha perdonado mucho más que a santa María Magdalena, pues me ha perdonado por adelantado, impidiéndome caer. ¡Cómo me gustaría saber explicar lo que pienso…! Voy a poner un ejemplo. Supongamos que el hijo de un doctor muy competente encuentra en su camino una piedra que le hace caer, y que en la caída se rompe un miembro. Su padre acude enseguida, lo levanta con amor y cura sus heridas, valiéndose para ello de todos los recursos de su ciencia; y pronto su hijo, completamente curado, le demuestra su gratitud. ¡Qué duda cabe de que a ese hijo le sobran motivos para amar a su padre!
Pero voy a hacer otra suposición. El padre, sabiendo que en el camino de su hijo hay una piedra, se apresura a ir antes que él y la retira (sin que nadie lo vea). Ciertamente que el hijo, objeto de la ternura previsora de su padre, si desconoce la desgracia de que su padre lo ha librado, no le manifestará su gratitud y le amará menos que si lo hubiese curado… Pero si llega a saber el peligro del que acaba de librarse, ¿no lo amará todavía mucho más?

Pues bien, yo soy esa hija, objeto del amor previsor de un Padre que no ha enviado a su Verbo a rescatar a los justos sino a los pecadores. Él quiere que yo le ame porque me ha perdonado no mucho sino todo, no ha esperado a que yo lo ame mucho como santa María Magdalena, sino que ha querido que yo sepa hasta qué punto Él me ha amado a mí con un amor de admirable prevención para que yo lo ame con locura”.

Esto nos hace pensar en la Virgen María. Santa Teresita nos quiere decir que lo que ha pasado a María nos pasa a nosotros, mutatis mutandis. María fue inmaculada en previsión de los méritos de Cristo y ella misma lo reconoce en el Magnificat. No he sido yo, ha sido Él quien ha hecho maravillas; yo estoy aquí porque Dios ha querido, no por mí. La Inmaculada es por la misericordia de Dios. Y Santa Teresita dice: a mí me ha hecho lo mismo, me ha perdonado antes.

Autonomía energética

PUNTO Y COMA

Por Yair Ademar Domínguez

Así como los neoliberales abandonaron la infraestructura de la Comisión Federal de Electricidad para entregarla al consorcio español Iberdrola, lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha defendido a capa y espada, así sucedió con Petróleos Mexicanos, en donde muchas instalaciones fueron olvidadas con la intención de tirarlas a la basura y seguir dependiendo de intereses extranjeros.

Este fin de semana el mandatario mexicano hizo un recorrido por las refinerías de Dos Bocas, Tabasco; Minatitlán, Veracruz; Salamanca, Guanajuato; Tula, Hidalgo y Tampico, Tamaulipas, refrendando que su gobierno va por la autosuficiencia energética, frente a los intereses de los neoconquistadores del país.  

En Tula, Hidalgo, dijo que a esta planta que había sido abandonada, su gobierno le tuvo que meter 2 mil 500 millones de dólares para no dejar que se pudriera y se convirtiera en chatarra. ¿Por qué estamos actuando de esta forma?, preguntó el mandatario retóricamente. “Porque queremos ser autosuficientes. Ya no vamos a seguir con la misma política de vender petróleo crudo, materia prima y comprar gasolinas, porque eso es como si vendiéramos naranjas y compráramos jugos de naranja”, les dijo a los trabajadores.

“Ya no. Vamos a producir en México todas las gasolinas y el diesel que se consume en nuestro país. Para eso era necesario que se acabara con la corrupción porque eso no era una pandemia, eso era una peste, que estaba acabando con México. Ya se tienen que ir los corruptos, sean del sector público o del sector privado o extranjero, a robar a otra parte, ya México no es tierra de conquista”, destacó el Presidente, ante el aplauso público de los trabajadores.

“Como ya no hay corrupción tenemos presupuesto suficiente, porque todo esto no es con crédito, no hemos pedido crédito, no ha aumentado la deuda, todo esto es porque los de antes, los machuchones de arriba no pagaban impuestos. Ya tenemos una hacienda pública fuerte, ya tenemos presupuesto: no necesitamos ni aumentar impuestos ni aumentar el precio de las gasolinas”.

Y al final, ya para terminar su mensaje, reveló que trabaja 16 horas diarias y que por ello, a su gobierno, que le faltan dos años, se convertirán en cuatro, por las jornadas dobles de trabajo. Y aunque el pueblo lo ha pedido y lo pedirá, dijo que no se reelegirá. “No a la reelección, porque yo soy maderista. Acuérdense, sufragio efectivo, no reelección, pero vamos a dejar sentadas las bases, bien fincado el cambio, para que ya no puedan darle marcha atrás”.

“Nunca más un México para una minoría rapaz. Nunca más un México que le dé la espalda al pueblo. Nunca más la corrupción, nunca más el clasismo, nunca más el racismo”, concluyó ante el aplauso de los trabajadores ahí presentes.

Más claro, ni el agua. El trabajo del mandatario mexicano es inédito, no tiene precedente en la historia del país. A pesar de los contratiempos históricos, de las circunstancias mundiales y del hostigamiento de la derecha, su gobierno avanza, va caminando y en esta materia lo que busca es la autosuficiencia, porque en ello estriba nuestra libertad.

Y en ese plano, el sur de Veracruz será estratégico, porque como ya lo hemos señalado aquí, las inversiones que se realizan en las refinerías y el proyecto que ya va en marcha del Istmo de Tehuantepec, están generando una gran derrama económica que se traduce en bienestar para los surveracruzanos.  

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Las cifras duras.


Parlamento Veracruz.
Juan Javier Gómez Cazarín

Las cifras nacionales en materia índices delictivos no mienten. Veracruz está entre las 10 entidades más seguras del país. En delitos generales somos el séptimo lugar más seguro del país y en homicidio estamos en el octavo renglón (con algunas Entidades empatadas) de las más seguras.

¿A qué se debe la insistencia de algunas y algunos por negarlo? Creo que, básicamente, hay dos tipos de personas que expresan recelo del avance de nuestro Estado en materia de seguridad.

Por un lado, están los legítimamente lastimados porque lamentablemente han vivido un delito en carne propia, cerca de su esfera personal o se han enterado de alguno por la elevada repercusión de algún caso muy relevante (la maestra en Xalapa y su nieto, el sastre en Coatzacoalcos).

Es como si yo te digo que las posibilidades de que te alcance un rayo son estadísticamente ínfimas y, de pronto, cae un rayo frente a tu casa o en tu colonia o, incluso, en la ciudad donde vives (y te enteras por las noticias). En tu mente, mi explicación de las estadísticas competirá con la experiencia emocionalmente traumática que has registrado.

Y, por otro lado, desde luego, está la gente de mala fe, subrayadamente políticos del viejo régimen que buscan desprestigiar a Veracruz.

Esos no son para nada legítimos, pero tampoco son muy difíciles de entender. A ellos les carcome el odio hacia la 4T y hacia cualquier logro que sea producto de las nuevas políticas en México, en Veracruz y en la mayoría de nuestros municipios.

Y, justamente, las estadísticas les molestan todavía más. ¿Sabían que de enero a septiembre del 2018 (el último año de Yunes) tuvimos más homicidios que Iraq, a pesar de que aquel país tiene cuatro veces más habitantes y vive una permanente crisis de seguridad nacional? Como dije, los números no mienten.

Con fines políticos, quieren hacernos pensar que vivimos en una ola de violencia que no existe.

La realidad de las cifras duras es que el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez está rescatando al Estado de manos de la delincuencia, como ellos lo dejaron. La tarea es ardua, pero el Gobernador le está entrando con valentía y dando resultados.

Diputado local. Presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado.

La memoria del olvido

TRINCHERAS DE IDEAS

Cynthia Sánchez

Qué olvidamos cuando olvidamos. Qué pasajes de nuestras vidas permanecen bajo una densa niebla imposible de penetrar mientras otras son como pepitas de luz que relucen a la primera evocación.

El olvido. Qué anhelo humano más recurrente: olvidar, borrar, desaparecer eso que late en nuestra memoria. Todos los días se escapan números, nombres, caras, sucesos; en qué calle pasó qué, en qué año ocurrió tal cosa. Nuestro cerebro archiva nuestras vivencias, les asigna un orden, una importancia, ¿bajo qué parámetro hemos aprendido a desechar recuerdos?

El olvido nos permite en muchos casos seguir, protegernos, darle la vuelta a vivencias que originaron algún trauma; así, confinamos a la oscura fosa de nuestra mente aquello que nos causó dolor físico o emocional, aquello de lo que apenas pudimos sobreponernos.

Sin embargo, el olvido también tiene su memoria, su mapa, su caminito de migas. Las micorrizas de nuestra memoria perdida se extienden bajo la tierra de nuestra conciencia y crean conexiones silenciosas. Así que lo que creemos haber olvidado en realidad late en nuestro subconsciente en espera de manifestarse.

Lo olvidado hace que nos pongamos el pie, que tropecemos con la misma piedra, que deambulemos por laberintos de salidas evidentes; le hemos llamado karma, suerte, mala estrella, fatalidad; es la infinita herida que sangra invisible bajo todos nuestros actos.

Así, tal como en lo personal somos nuestro olvido, en lo colectivo los pueblos también caminamos bajo la inercia de lo que hemos aprendido y desechado.

La memoria olvidada de los pueblos está forjada por siglos de dominación y saqueo, siglos de matanzas, conquistas y esclavismo; en pleno siglo XXI nos movemos bajo el fantasma de pueblo masacrado, sobrevivientes de horrores.

Aprendimos a adorar a nuevos dioses que se alzaron bajo las cenizas de los propios, a seguir e incluso defender leyes que perpetúan el poder de unos pocos que son dueños del capital, a convencernos de que nos sentimos seguros con el Ejército en las calles, el mismo Ejército que en el pasado ha desaparecido y torturado, el mismo Ejército que aún hoy entra a comunidades y violenta. Hemos aprendido a olvidar por sobrevivencia, por miedo.

Pero hay una huella en nuestra memoria de todo aquello que olvidamos y tarde o temprano se manifiesta. Y el síntoma del malestar colectivo es la resistencia, la rebeldía, ese punto en el que nos arrinconan y somos capaces de traer al presente la convicción pasada de que podemos tomar las riendas de nuestra vida y sacudirnos lo que es injusto.

Nuestro mejor síntoma de que somos sobrevivientes de lo atroz es la rebeldía.
La realidad convulsa en la que hoy vivimos nos exige una reconfiguración urgente entre lo que olvidamos y recordamos, y para ello es fundamental cuestionarnos acerca de lo que pasa a nuestro alrededor, analizar, comparar, contrastar, mirar hacia la historia desde la mirada de la resistencia y no del conquistado.

Tenemos que cuestionar nuestras inercias que lastiman y nos lastiman, tenemos que revisar cómo perpetuamos en nuestro día a día formas de poder e intolerancia, tenemos que analizar porqué justificamos la violencia y la crueldad; y a la par, apostarle a la construcción de nuevas formas de relacionarnos desde la empatía y la solidaridad; conjuntar saberes y desarrollar herramientas colectivas para el desarrollo ecosustentable, aprender a cuidarnos y hacer comunidad; conocernos para querernos mejor y querer mejor; hacer de la ternura un ejercicio consciente para nosotros y el otro.

Aprender a resistir mejor, a rebelarnos mejor, a recodar más y olvidar menos.

csanchez@diariodexalapa.com.mx